Sant Antoni, las fiestas regresan con todo su esplendor
Tres semanas de celebraciones en Capdepera, Cala Rajada y Canyamel
Tras dos años, la fiesta de Sant Antoni regresa a Capdepera con toda normalidad. Tanto es así, que el programa de actos previsto para este año en el pueblo de Capdepera, Cala Ratjada y Canyamel se prolongará durante tres semanas.
Una oportunidad única para volver a disfrutar de una tradición que para muchos es la más importante del año, incluso más que las fiestas patronales.
Todo comienza tras el día de Reyes Magos. Los más pequeños regresan al colegio tras las vacaciones de Navidad. Es el momento de hacer dibujos, redacciones, y entonar cantos tradicionales en torno al santo y al demonio.
Son días en que la Obreria de Sant Antoni visita los centros escolares para que los más pequeños se familiaricen con la fiesta, la tradición, las máscaras de los demonios se impregnen de un sentimiento que desde siglos ha pasado de generación en generación manteniendo intactas unas costumbres centenarias.
Las fiestas de Sant Antoni arrancan siempre con la famosa picarolada, que suele celebrarse el fin de semana anterior a 17 enero (Sant Antoni). Los jóvenes del pueblo recorren las calles haciendo sonar los cencerros. Según cuentan los más viejos del lugar, antiguamente este ruido se hacía con cacerolas y cucharas. Este año la picarolada es el día 15 (a las 19 horas).
A continuación, todo el mundo se desplaza a la plaza de l’Orient, lugar de concentración para degustar un chocolate y coca de casques (una deliciosa y suave coca dulce). Son momentos que marcan de manera oficial el inicio de la celebración de las fiestas de Sant Antoni.
Ya por la noche (20.30 horas) el Teatre de Capdepera acogerá el Combat de Glosadors, que interpretan canciones improvisadas típicas de la cultura mallorquina con letras picantes y picarescas.
La víspera de la festividad (día 16, a las 14.30 horas) las campanas de la iglesia de Sant Bartomeu empiezan a repicar para avisar que los dimonis saldrán, como marca la tradición de la cotxeria de Ca Na Vergera, carrer nou (15 horas), lugar donde autoridades, Obreria, dimonis, banda de música y clero han disfrutado de una comida previa a la celebración.
Los dimonis, acompañados por la Banda Municipal, se dirigen a la iglesia para proceder al encuentro con Sant Antoni que este año por primera vez en la historia será representado por una niña, Zoe Cuart Caponero, de 12 años, estudiante de Primero de ESO en el IES Capdepera.
La expectación entre el numeroso público es latente, principalmente entre los más jóvenes que se apelotonan para no perderse el instante en que los demonios y Sant Antoni Abad se encuentran y en que todo el pueblo explota de júbilo.
Cientos de jóvenes ataviados con camisetas blancas y pañuelos rojos conforman una manera que rebosa las calles de Capdepera, con gritos, cánticos y aplausos, iniciando las tradicionales corregudes pel poble, donde los demonios persiguen a los jóvenes calle arriba calle abajo…
Por la noche (19 horas), el sonido de dos cohetes marca el momento de la encendida de foguerons, hogueras en torno a las cuales las familias, vecinos y amigos celebrarán torradas de carne, longaniza, butifarrones, panceta entonando cánticos típicos de Sant Antoni hasta altas horas de la madrugada…
Los dimonis y la banda de música, tal y como marca la tradición, inician un recorrido por todos y cada uno de los foguerons del pueblo. La gente que se reúne en torno a los fuegos espera ésta visita de manera muy emotiva.
Día 17, festividad de Sant Antoni, es el día de las beneïdes (bendición de los animales, ya que el santo es el patrón de éstos) y la misa solemne.
Las carrozas y caballos se concentran (14.30 horas) para recoger a los obrers (integrantes de la Obreria) y la Banda de Música, para iniciar así la cabalgata y las beneïdes en las que el párroco bendecirá a todos los animales que desfilan por delante de él.
A la conclusión, todo el mundo se concentra en la plaza de l’Orient para el Cant de la Colonada, los cánticos más significativos del libro de Arguments. Los asistentes podrán disfrutar de una copa de vino.
El punto y final a las fiestas lo protagoniza la misa solemne en honor a Sant Antoni (17.30 horas), una celebración religiosa en la iglesia de Sant Bartomeu que representa la parte más religiosa de las celebraciones.
Como dicen en la Obreria de Sant Antoni: “Qué mejor manera de volver después de dos años sin fiesta, que hacerlo como marca la tradición, sin mover ni un ápice de lo que es la costumbre de nuestro municipio para gozar por todo lo alto, con conciencia y respeto”.
Visca Sant Antoni! Visca Capdepera!
Cala Ratjada (21 y 22 de enero)
El fin de semana después de Sant Antoni, Cala Ratjada es la protagonista. El núcleo costero y que cuenta con una mayor densidad poblacional vive sus propias fiestas de Sant Antoni.
Los actos son similares a los celebrados días antes en el pueblo.
Día 21, a las 14.30, se realizará la repicada de campanas, para que media hora después los demonios salgan de la cotxeria de Toni Miquelet (en la plaza dels Mariners).
La banda de música acompañará a los demonios en su recorrido por hasta la parroquia de Cala Ratjada para realizar el encuentro.
A las 19 horas, dos cohetes darán el sus al encendido de foguerons. Este año se espera que en Cala Ratjada haya más de una treintena, mientras que en Capdepera suele ser en torno a una veintena.
Los dimonis y la banda visitarán los foguerons, que son el lugar donde la gente celebra la fiesta en compañía de los más allegados.
Día 22, domingo, la misa solemne (10 horas) será el primero de los actos de la jornada. Justo después (10.30 horas) habrá la concentración de la cabalgata en la plaza de los pinos, con la recogida de los obrers en la iglesia junto a la Banda de Música, para iniciar las beneïdes y el posterior canto de la Colonada.
Canyamel 28 de enero
Canyamel es el tercer núcleo de población del municipio que celebra también Sant Antoni; y este año no será menos (día 28 de enero).
En total habrá tres foguerons (hogueras) y los dimonis realizarán el recorrido por cada uno de ellos.
Una de las ventajas de Canyamel en torno a Capdepera y Cala Ratjada es que al ser unas celebraciones más recogidas y menos multitudinarias, son perfectas para que los más pequeños puedan familiarizarse con los dimonis e interactuar con ellos.
De hecho, gente de Capdepera y Cala Ratjada se desplaza hasta Canyamel para disfrutar de una manera más sosegada de las celebraciones.
La música tanto en el acompañamiento al recorrido de los demonios como para amenizar la fiesta por la noche, estará presente.